Don Ademir, un papá que va en la dirección correcta: “Yo quiero dejarle a mi hijo un oficio que le ayude a salir adelante”
Sesori, San Miguel, 16 de junio de 2022
Ademir Zelaya es padre de siete hijos entre los 8 y 22 años y trabaja como albañil en la cuadrilla de nuestra Dirección, en Sesori, donde la DOM reconstruye las calles. Su hijo Denys es su fiel ayudante y lo acompaña en todas las jornadas, aprendiendo no solo el oficio sino los valores que lo están convirtiendo en un mejor ser humano.
Denys tiene 20 años, pero desde los doce comenzó a acompañar a su padre en obras de construcción. Don Ademir le enseñó a pegar bloques y a hacer mezclas, como primeras tareas, y poco a poco el muchacho fue aprendiendo el oficio.
Al llegar de la escuela, Denys se unía a su papá para ir asimilando tanto a labrar la tierra como las tareas de construcción y cuando cumplió los 18 años pudo, por fin, participar junto a él en pequeños proyectos.
Hace unas semanas, cuando la alcaldía de Sesori anunció la oportunidad de empleo en la cuadrilla que reconstruiría las principales calles de la ciudad, una petición de la comuna a la DOM, Denys y su padre aplicaron. Ahora, trabajan juntos en este proyecto que beneficiará a la ciudad donde viven y estrechará los lazos entre ambos.
Don Ademir se muestra serio y parco al hablar, pero cuando escucha a su hijo y lo observa trabajar, es fácil percibir el orgullo que siente por su retoño, que ahora es más que un aprendiz.
El joven padre, que ya está enseñando a otro de sus hijos menores el oficio, asegura que quiere que sus muchachos estudien, pero también aprendan una labor que les permita a futuro ganarse la vida y no atravesar las dificultades que él pasó de joven.
Él, que se convirtió en papá a los 19 años, ha sido agricultor la mitad de su vida y asegura que le ha tocado trabajar de sol a sombra, ganando entre 6 y 8 dólares diarios. Los días han sido duros para su familia.
Por eso, don Ademir está convencido que introducir a sus hijos en el oficio de la construcción les permitirá ganar mejores ingresos. Agradece a la Dirección de Obras Municipales por llevar proyectos como el de Sesori y admitirle a él y a Denys contar con un empleo mejor remunerado.
“Yo les enseño para dejarles un ejemplo, porque es difícil salir adelante y sabiendo esas cosas (de construcción) se puede ganar mejor, que solo en la agricultura. Acá es más del doble el salario y eso nos ayuda a ambos a llevar más dinerito a la casa”,
Ademir Zelaya padre de siete hijos.
Don Ademir se encarga de ir desarrollando el área de cordón cuneta en el barrio San Juan, en Sesori, y Denys apoya afinando el trabajo que su padre ejecuta. Don Ademir asegura que su hijo ya lo aventaja en el manejo de ciertas máquinas.
“Mi hijo va a tener mejores oportunidades y aprender otras cosas. Hasta me va a enseñar, porque antes solo era pala y piocha. Ahora, la tecnología trae otras máquinas, se concretea distinto y ahí hay otras oportunidades que yo no he tenido. Yo quisiera que él alcance un grado más alto de albañil”, dice su progenitor.
“Da orgullo y bastante alegría que un padre le enseñe a su hijo su oficio y yo le agradezco, porque sé que voy a poder tener mejores ingresos y ahorita ayudo a la casa con lo que ganamos”,
Denys Zelaya, 20 años.
Ambos, padre e hijo, van en la dirección correcta, participando juntos en un proyecto que traerá mejoras en su comunidad y, además, construyendo juntos un mejor futuro para la familia